En India, TODO se compra con dinero

Hablando de cine, me temo que en esta ocasión de una manera lamentable y obligada voy a tener que sacar a relucir mi lado pesimista una vez más. Cosa que no me llena, porque, qué más daría yo por hablarles de lo maravilloso que es el cine para mí, y de la manera en que me ha demostrado a su manera los aspectos más hermosos del mundo . Tan versátil es, que en éste caso también me mostró lo cruda que es la realidad.

Al despertar esta mañana, me encontró una notica referente la película, ganadora del Oscar del presente año, “Slumdog millionaire”, dirigida por Danny Boyle, que me resultó deplorable.
Rubina Ali, la pequeña actriz que interpretó a “Latika”, en el periodo infantil del personaje, fue tratada de ser vendida por su padre. Con el pretexto de quererla dar en adopción, para que alguien más le pudiera brindar la vida de calidad que él y su familia no pueden darle. £200,000 era el precio que ponía Rafiq Alí a su hija ya que él y el tio de la menor (también implicado) argumentaban: “Esta es la niña del Oscar, no es una niña ordinaria, por eso pedimos esa cantidad”. Con esta clase de comentarios nos queda más que claro que los intereses del Padre de Rubina no eran para velar por el bien de su hija, sino prácticamente traficarla por medio de adopción ilegal a un supuesto “Jeque”.

Cuando las intenciones del padre se descubrieron por la madre de Rubina y vecinos de su localidad, éste inmediatamente se excusó en que la producción de la película sólo les había otorgado la cantidad de £2,040 cuando les habían prometido una casa y una educación propia para Rubina. Una vez que la producción legitimó sus intenciones, Rafiq se retractó al decir que siempre no, que se adelantó, que seguramente eso vendría después y no lo previó. Todo esto acompañado por el argumento del señor, que pedía que se le comprendiera ya que las condiciones en las que viven en una de las colonias pobres de Mumbai eran sumamente precarias. Cosa que no se le discute, porque creo que a nivel mundial hemos sido testigos, ya sea por medio de las noticias y no se diga por “Slumdog millionaire” cuando nos exponen la realidad y las problemáticas que se viven en India.

Dándole credibilidad a su padre, podemos señalar que durante la entrevista que se les hizo en un lujoso hotel de Mumbai, con el fin de declarar todo acerca de éste tema, Rubina coincidió con Rafiq (en términos de afirmar que sus recursos son muy limitados), al decir que el baño de la habitación del hotel en el que se hospedaban, era del tamaño del lugar dónde vive.
Haciendo referencia a las problemáticas en India previamente mencionadas, de cierta manera se puede respirar esa desesperación por no tener para subsistir, a tal grado de querer resolver las cosas con las peores formas. Se culpa al hambre, a la falta de educación y de conciencia humana, y digo a la falta de conciencia cuando visualizo al padre y a los tíos de Rubina y digo… ¿Habrán creído que nadie se iba a dar cuenta? O ¿habrán sido tan frios para exponer así a la niña con el fin de ganar algo de dinero de parte de la producción de filme y de los medios?
Las respuestas en concreto no las sabemos, pero sin lugar a duda, este fue un hecho que hizo darme cuenta que por este caso la cuerda floja que divide la fantasía exagerada del cine y la crueldad de la realidad se rompió. Incluso cuando lo pensamos largo rato cae en una ironía grotesca el saber que literalmente la vida de Rubina y “latika” casi se vuelven la misma.
El caso de la pequeña Rubina (que de no haber tenido relación con la aclamada película, quién sabe qué habría sido de ella) es sólo un ejemplo de todas esas condiciones infrahumanas que padecen sobre todo los desprotegidos en India y en el mundo, donde a costa del angustia por prosperar, se llegan a los recursos más extremos.
Así una vez más, me queda claro que el cine me funciona como una ventanilla a la realidad , que por medio de noticias como las de este tipo, me ayudo para espiar el mundo en el que me tocó vivir.


Referencias

El día de la Tierra


El día de mañana se celebrará el día de la tierra, fecha que se estableció en 1972 fundamentalmente para un fomento de conciencia y de respeto hacia nuestro planeta, con el que debo decir hemos sido muy mal agradecidos.
El objetivo del día de mañana, como señalo, es una conmemoración a la casa que nos ha alojado y ha sido tan bondadosa con nosotros durante miles de años. El objetivo principal es dar a conocer y mandar una alerta de la gravedad de las situaciones que han hecho que nuestra tierra se consuma. Temas como la contaminación en todas sus variantes y la preservación de biodiversidad son los aspectos a tratar que subraya el motivo de este día
Una de las noticias importantes que va de la mano con este día, es el simultáneo lanzamiento de la película “Earth” de los nuevos estudios Disney Nature, asociados con Discovery Channel. Esta nueva Variante de la Empresa Disney lanza su primera película a modo de documental, narrando la vida de tres familias de diferentes especies. El objetivo (desde mi perspectiva) de la película es mostrarnos que los humanos no somos los únicos que tienen una vida en el planeta. Es la concientización de ver que lo que pasa en el planeta no sólo nos está afectando a nosotros. Sobre todo creo que es una forma de fomentar el respeto que se les debe tener a los animales y que sin embargo aún no captamos, viéndolo de una forma cursi tal vez, debemos recordar que ellos viven, respiran y sienten.
Existe un aspecto que se podría ver negativamente a todo esto, y es el interés económico y el manejo de la mercadotecnia que está utilizando Disney en lanzar el filme el día que más atrae al consumidor. De alguna manera considero que es una manera de lucrar con los ideales que persigue el día.
En fin, a pesar de esto esperemos que la película brille por el soporte que le da a la celebración de la tierra y sobre todo por el mensaje que contagie y no exclusivamente por ser el nuevo producto Disney.
No pude subir el video del tráiler, así que pongo el link:

Paranoia?, of course...



Recientemente en una película mexicana escuché una frase que me llamó la atención, “para vivir en este país hay que estar borrachos o locos”. Francamente he llegado al punto de pensar que esto podría ser una mentalidad que deberíamos adoptar, y no precisamente hablo de vivir borrachos simplemente de adecuarnos a la realidad torcida de un país en el cuál el panorama se torna cada vez más negro. Sí, deben pensar que soy pesimista, y es totalmente válido y certero ya que hablando de estas temáticas creo que no puedo tomar otra postura.
La pasada noche del viernes 10 de abril, “viernes santo” para algunos, presencié a domicilio la violencia y esa inseguridad social que se olfatea por el aire diciendo que anda rondándonos. Ahora sí, debo hacer referencia a la idea de: “Uno cree que las cosas no pasan, hasta que te pasan” y así fue. Fui testigo desde la reja de mi casa de ver como apuntaban a mi novio con el pretexto de arrebatarle su coche y todas sus pertenencias, y así fue.
Horas más tarde, agradecidos que todo topó en lo material y a la vez ambos en estado de shock por pensar en todo lo que nos pudo suceder. Entramos en un estado de fragilidad mental que consistió en una mezcla de impotencia, angustia, miedo y sobre todo paranoia. Lo que nos hizo reflexionar que aunque no puedas evitar que te sucedan cosas malas, sí se pueden prevenir… ¿cómo?
No nos queda otra manera más que decir que de la forma cruda y negativa, que es desconfiando, haciendo uso de las capacidades inseguras de nuestra mente (que se supone que deben de ser las que menos salen a pasear) y debo decir que encuentro lamentable este punto ya que considero que el estado natural del hombre no es vivir ciscado y mucho menos pensando continuamente que todos nos quieren hacer un mal, antes de un bien.
En fin, el desarrollo de estas conductas patológicas necesarias se las debemos agradecer a todos aquellos miembros de lo que conforma la basura y lo podrido de un país que se entierra a si mismo cada día más.
Irónicamente, debo mencionarlo, justo antes de lo sucedido, mi novio y yo conversábamos acerca del miedo en exageración propagado por los medios de comunicación. Nos repetíamos continuamente que no hay que tener miedo, que hay que pensar positivo y portar seguridad ya que no hay nada que nos esté apuntando directamente a la sien. Toda nuestra credibilidad se desmoronó cuando chocamos de frente con la realidad y nos dimos cuenta de la vulnerabilidad que tenemos y que en verdad no hay un Chapulín colorado que va a salir a defendernos. Por eso el punto de desconfiar, de cuidarnos la espalda a todo momento. Por desesperanzado que parezca, por lo menos aquí, en el lugar dónde vivimos, confío que la paranoia ya es como el alarma o el sistema de seguridad que deberíamos tener todos en casa.
Por último y como nota, espero que los asaltantes malandrines que nos tocaron, hayan tenido una pizca de católicos, porque hacer toda esa clase de fechorías en viernes santo... está cañón. En otras palabras, con la supocisión de que tal vez tengan alguna creencia católica, espero que en su conciencia hayan asumido que tienen compradísimo su pase directito al infierno que se merecen.

El séptimo arte bajo la sombra Hollywoodense


Cuando la mayoría de la genta piensa en lo que es el cine, a pesar de ser llamado el séptimo arte, lo relacionan inmediatamente con el entretenimiento, con ir a pasar un rato para alejarse de los deberes del trabajo, incluso con las grandes estrellas y el séquito de paparazis que siempre los siguen. Pero pocos lo tomamos en cuenta cómo lo que en esencia realmente es, un arte.


Debo decir que en efecto es engañoso llegar a poder identificar buen cine en nuestras épocas ya que en las últimas décadas ha sufrido tantas distorsiones y se han creado fenómenos como el del ambiente hollywoodense y el “star system” que lo han envuelto en una imagen fría y superficial que no dejan salir lo que es realmente el arte en las películas.

El arte se puede definir como la capacidad creativa del ser humano para transformar y combinar materiales, imágenes y sonidos entre otros con el fin de transmitir una idea o un sentimiento y obtener un proucto con un efecto estético o un impacto social o cultural. El cine siendo separado de la envoltura que previamente mencionábamos, se considera arte porque su función principal es expresar y plasmar ideas, visiones y sentimientos de forma tangible y concisa de manera que de alguna manera le deje algo espectador. De manera más compleja, a través de una mezcla de diversas artes como el baile, el canto, el drama, la música e incluso la pintura se plasma un ambiente y una estética evocando sentimientos que provocan que al ver una película el espectador sienta una emoción y una reacción al igual que si estuvieran viendo su pintura favorita.


Desde el principio del cine se han usado puestas en escena, novelas, cuentos e historias tanto de adultos como de niños para llevarlas a la pantalla grande y relatarlas por ese medio, a lo que se le llamó en realidad “literatura en movimiento” ya que de alguna manera subjetiva al espectador le dejan poco a la imaginación y crean personajes interpretados por actores que a veces se vuelven demasiado importantes. Aquí creo que es dónde empieza uno de los conflictos más importantes de la imagen errónea del cine. La obsesión por la fama que predomina en nuestra cultura ha convertido a los actores en la imagen del producto. La realidad es que a la sombra del glamour que desprenden esas estrellas del cine, se encuentran los directores, los verdaderos artífices del séptimo arte.


Mi punto es que el verdadero arte del cine se encuentra y se crea justo debajo de esa sombra que crea Hollywood y las “estrellas de cine ”, sobre la gente como el director y todo el equipo de producción que se encargan de plasmar su visión y hacer que suceda el proyecto.


No tengo nada en contra de las estrellas de cine y mucho menos contra las producciones hollywoodenses, que hay que aceptar que existe una variedad respetable y sobre todo de calidad. A lo que me refiero es que no sólo se quede un filme en la pantalla y en la mente del espectador por una cara bonita o por los millones que se invierten, sino por el peso notable de la complejidad y armonía que una estructura cinematográfica debe de poseer.


Es triste admitir que en nuestros tiempos el porcentaje de cine de arte es bajísimo comparado con el de películas Hollywoodenses de tramas superficiales y que sólo tienen como objetivo ganar todo el dinero posible y vender estereotipos que distorsionan la realidad del espectador. Creo que todo podría evolucionar si empezáramos a prestar más atención al cine que vemos, y no nos dejáramos llevar por el cine que promete ideales falsos, sino por el cine que nos aporta algo, que enciende algo dentro de nosotros y que nos impulsa de una u otra manera a emprender una búsqueda.

No es bueno, no es malo... es lo que es


Lejos de ser un comentario de carácter obligatorio, nada más me gustaría hacer hincapié en algunos puntos que me parecieron relevantes de la proyección “Todos los hombres del presidente”. Un filme de ese calibre podemos decir que habla por sí solo. Encuadres arriesgados, tomas casi perfectas, una historia fluida, bien representada y actores con tanta sustancia (y futuro prometedor en ese entonces), no son los únicos factores que nos expresan la realidad que se empeñan en exponer, la vida del periodista.


Lo maravilloso de esta película es que dentro de sus aspectos bien logrados va uno que casi parece implícito. El constante comportamiento de los periodistas (Hoffman y Redford) revelan un cuestionamiento ético fuertísimo de lo que implica tener esa garra de periodista en un mundo que establece lineamientos morales y de una ética social que si te pasas, llega a ser tan mal visto que automáticamente te transformas en un portador del letrero “amoralidad”.


Mis clases de ética y yo no nos llevamos bien, debo admitirlo, tal vez porque mi individualismo y mi relativismo no me dejan ver claro ese “mundo equitativo” del cual sabemos están las reglas más no su aplicación. Tal vez sea una cuestión de egoísmo de mi parte, pero confío plenamente en el hecho de que una avalancha comienza por un copo de nieve, en otras palabras, las ideas y sentimientos bien encaminados (hago hincapié en la idea de bien encaminados) de un ser determinan su comportamiento y por consiguiente las circunstancias subjetivas que se viven. Puede que nuestras ideas choquen en lo absoluto, y en ese aspecto no me peleo con la ética, porque a la tolerancia la respeto, no obstante cada quien tiene un color de lente hacia la vida. Unos la ven negra, otros rosa y algunos pareciera que ni la ven.


La vida, siendo realistas es injusta y no andamos como Moisés estableciendo lineamientos con nuestros bloques de piedra para hacer que todos actúen apegándose a la realidad de cada quien. Aquí entran los modos del periodista. Como nos lo menciona nuestra maestra, para ser periodista hay que tener intuición y curiosidad. En síntesis tener la adicción de querer llegar siempre más allá. Lamentablemente cuando amas algo de verdad, sea bueno o malo, dejas muy de lado a la señora ética si es necesario. En un ejemplo muy extremo, como el junkie que no puede vivir sin sus excesos diarios. Me atrevo a decir que el periodismo es igual. Cuando te atrapa, te atrapa.


Ahora, en base a lo mencionado, cuestionarme la ética de los personajes sería como cuestionar al junkie, claro que sabemos que lo que hace es malo para su salud y que tarde o temprano sufrirá sus determinadas consecuencias, pero siempre seguirá teniendo sus adicciones y sus hábitos (por algo bien dicen, old habits die hard). En el caso de los periodistas, claro que incomodan, incluso afectan a terceros, pero no se les puede negar su naturaleza, creo que puedo hacer una referencia en plano realista acerca de que las cosas no son totalmente buenas ni malas, son lo que son, con todo un trasfondo subjetivo que finalmente se acaba adaptando a la realidad compartida del mundo inperfecto en el que residimos.

Candil de la calle... oscuridad de su casa?


Reflexionando en debates de la situación actual de un mundo que cada día nos sorprende con algo nuevo, se lanzaron al aire los términos de universalismo y relativismo, planteando radicalmente con cuál deberíamos de regirnos globalmente. Planteamiento que se percibe de modo superficial y extremista acerca de la manera en la que se mueve cada sociedad en cuanto a política y cultura principalmente. También se hablaron de las intocables garantías individuales que “son aplicadas a todos por igual”, cuestión enteramente utópica ya que no existe maneja de juzgar a cada estado bajo las mismas reglas existiendo cosmovisiones, cultura y sobretodo identidades autónomas tan diferentes. No obstante se debe de tomar en cuenta que el ritmo de la globalización crece desmesuradamente y el mundo se ha vuelto una serie de alianzas a las cuales es mejor unirse, demostrando con esto que los sistemas desean tener una imagen presente y una voz en lo que se define ahora como una comunidad Internacional.

Se supone que una comunidad Internacional se puede explicar como organismos independientes que a la vez se van expandiendo de manera diplomática y cultural alrededor del mundo equilibradamente "preservando su autonomía".

Tocar los temas previos es delicado e incluso se puede tornar confuso en la medida de no saber identificar la línea que delimita dónde acaba la soberanía y autonomía de un estado y empieza una sociedad global que casi nos obliga a pactar con ella. El hecho de penetración y pertenencia de un país hacia la comunidad internacional se torna peligrosa ya que, como se diría de un modo coloquial, “vende su alma al diablo”, es decir se arriesga a perder un control de un sistema propio al recibir una oferta de protección y fortalecimiento de alianza y “apoyo” por parte de las potencias, que por debajo del agua tienen otros intereses que han sabido mover sobre países menos afortunados, (de qué otra manera se podrían haber convertido en los colosos que son).
El problema recae cuando se quiere formar parte de esta nueva tendencia de un sistema globalizado al mismo tiempo que la estructura interna de nuestro país se colapsa. Un estado no puede estar al nivel de una sociedad global cuando en cuestiones estatales no tiene control.

Nuestra cultura como país, desde su origen, ha tenido una perspectiva individualista en donde cada quien busca su camino por diferentes rutas, que en la mayoría de los casos tienen direcciones opuestas y propósitos de beneficencia propia antes que general. Este factor empieza poner en evidencia una serie de consecuencias que llegan a los extremos más graves en cuanto a la conciencia que tenemos de nuestro propio estado y si estructura. El problema se puede apreciar desde lo más frívolo de la sociedad, en aspectos como la mala repartición de dinero, los intereses y avaricia de los que más recursos tienen, la impunidad y sobre todo las condiciones de desorden y desapego en las que vivimos. La sorpresa es que cuando menos lo esperamos nuestro comportamiento sistémico ya está bajo la lupa de la comunidad internacional (todo por querer pertenecer), y lo que ven es un estado que tambalea al no tener una fuerza holística ­­­­­­­­­­que trabaje más que por partes, como un todo. Un todo que cuente autonomía y autocontrol y que no posea inconsistencias que hagan que algunas partes se dirijan hacia extremos contrarios de otras .
La cuestión de que en nuestro país carezca de Holismo es una de las razones principales para determinar que no estamos listos para entrar de lleno en una sociedad internacional, cuando a nivel interestatal todavía no sabemos cómo alcanzar un equilibrio y prácticamente gateamos, que facilita la probabilidad de llegue a existir una desorientación y un desapego a lo que realmente es la cultura mexicana.
El conflicto es que para pertenecer a una comunidad internacional requerimos un cierto nivel y un compromiso de conciencia social que no poseemos, siendo esto un terreno peligroso para México. Nos referimos a un peligro para nuestro país por el hecho de que nuestras relaciones internacionales exponen lo que pasa en nuestro territorio y la manera en la que no sabemos manejarlo. Esto propicia a que otros estados más capaces lleguen a intervenir en nuestra soberanía y estructura interna con el pretexto de ser aliados de la comunidad internacional.
Debe de existir un equilibrio entre la soberanía de un estado y la sociedad internacional, aspecto que en la actualidad en un mundo hambriento de poder es algo lejano, sobre todo cuando las potencias acechan a los países subdesarrollados tendiéndoles la mano para obtener beneficios a cambio. Nada es gratis en la vida y menos cuando hablamos de conflictos mundiales.
Para empezar a desenredar el mundo, debemos por empezar desenredando México, nuestro comportamiento individual debe cambiar para que nuestra sociedad ceda y por consiguiente sistema cimbre desde sus adentros y se pueda empezar a modificar.

La cuestión es, como antes mencionaba, no podemos llegar y atacar problemas globales cuando no podemos solucionar ni UNO que nos afecta directamente. Es como la idea de querer ir a prender los candiles de la calle cuando apenas tenemos luz en nuestra propia casa. Antes de quedar bien con todos, debemos de empezar a estar bien con nosotros.